lunes, 22 de noviembre de 2010

hisashiburi

Yo tengo mala memoria para las personas y por lo gral me cuesta asociar un nombre con una cara... supongo que lo complicado está en la combinación... tratando de recordar sólo el nombre o sólo la cara, me va bastante mejor, aunque esa facultad no deja de ocultar la ineptitud social de no saludar a la gente que uno no reconoce pero conoce.

Uno de mis pasatiempos cuando viajo en colectivo es mirar la cara de las personas, y buscar semejanzas con gente conocida. Bah, es algo que hago casi todo el tiempo, y creo que atenúa bastante el déficit memorístico de las caras de las personas. Es más fácil acordarme de "el flaco que se parece a uno que era el 8 de River a principios de los 90" o "la mina que se parece a la actriz de tal serie" que de Ricardo Gómez y Marita Fierro (ambos son seudónimos ramdom)

Con respecto a esto, hace un par de años me pasó algo curioso. Estuve en una reunión con aproximadamente 40 personas que no conocía. Entre toda esa gente desconocida, el 90% me hacía acordar a alguien... desde hermanos de compañeros de la primaria de mi hermano hasta gente absolutamente random como la bibliotecaria de la facultad.
Y, ese tipo de cosas me hacen tener mi momento escéptico cartesiano y dudar de la realidad. ¿Acaso llegué al límite de todas las personas que puedo conocer en mi vida, a partir del cual sólo van a ser clones impensados de otras gentes? ¿El genio maligno se cansó de crear perfiles y empezó a copypastear gente?

Eventualmente me reencuentro con gente que no veía hace mucho, y que resulta muy distinta a cómo la recordaba. Eso renueva mi fe en el genio maligno (?)
Una amiga dice que yo me parezco demasiado a una amiga de ella que además es mi tocaya (!) Varias veces ofreció presentarnos... pero temo por la destrucción del Universo.

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